Dormir rápido parece algo sencillo, hasta que llega la noche y los pensamientos no se detienen. Te acomodas, apagas la luz y, en lugar de dormir, tu mente empieza a repasar todo lo que hiciste o lo que deberías hacer mañana. Si esto te suena familiar, no estás solo. Cada vez más personas buscan cómo dormir rápido porque sienten que su cuerpo está cansado, pero su mente no se apaga.